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<a href=»http://www.mcjuegos.com/Pizarra-Magica» title=»Pizarra Mágica» ><img src=»http://www.mcjuegos.com/cache/pizarra_magicax128y96.jpg» alt=»Pizarra Mágica»  width=»128px»  height=»96px»/>Pizarra Mágica</a>

La cueva de los cristales en Naica

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Hotel Casa Azul – Mérida – Yucatán

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Teotihuacán

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Puerto Escondido

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Cantinas históricas en México DF

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Museo Nacional de la Máscara de San Luis Potosí

El Museo Nacional de la Máscara cuenta con una colección de más de 1500 máscaras donadas por el ingeniero y humanista Víctor José Moya Rubio de diversas épocas y regiones de México, 25 vestuarios de danza y otras máscaras africanas y asiáticas, principalmente de la India. La muestra permanente del museo exhibe alrededor de 300 máscaras. Cuenta con dos salas permanentes: “La máscara prehispánica” y “La máscara mestiza”, una sala temporal y un patio central. Ofrece visitas guiadas, cursos y talleres de pintura, cartonería y de elaboración de máscaras y alebrijes.

Tradición y magia se mezclan con el simbolismo ancestral de ritos ya olvidados y suplantados por nuevos y complejos sincretismos en donde el mandato popular se hace presente en cada una de las máscaras. En ellas se representan viejas deidades prehispánicas, el demonio del conquistador  español -sacralizado y también ridiculizado-, ángeles, santos, querubines y toda una saga de representaciones de seres fantásticos.

El edificio que alberga al Museo Nacional de la Máscara fue construido en 1894 por el Ing. Enrique Campos para vivienda de la Familia Martí. Luego fue vendido al gobierno federal, por lo que se lo denominó “Palacio Federal”.  Albergó varias oficinas estatales hasta que en 1982 fue inaugurado como museo. El INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) lo ha inscrito  como monumento histórico.

Museo Nacional de la Máscara / Juan de Villerías No.2, 78000 San Luis Potosí. / Horario: Martes a Viernes 10:00 a 18:00; Sábado de 10:00 a 17:00; Domingo 10:00 a 13:00/ Cierra los Lunes / Visitas guiadas 13:00 hrs. / Entrada general: $15,- / Entrada libre los Martes (chequearlo previamente) / Teléfono:  (444) 812-3025 / e-mail: museonacionaldelamascara@slp.gob.mx  / Sitio Web

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Fiesta de la Vírgen de Guadalupe

«Ha llegado el 12 de Diciembre y desde los más alejados rincones de México los fieles de todas las edades, etnias y lenguas se preparan para revivir una tradición centenaria: celebrar el cumpleaños de su reina, La Virgen de Guadalupe. Es tiempo de nutrir el alma, de vivir la tradición. Inicia así una de las peregrinaciones más grandes del mundo en la que se reúnen más de 9 millones de personas, 9 millones de esperanzas y anhelos. Ya en el atrio danzan, cantan, ofrecen su devoción para ser dignos de contemplar  la magnífica figura de Nonantzin, su madrecita.  Feliz cumpleaños Virgen de Guadalupe, reina de México! Es 12 de diciembre en la Basílica de Guadalupe. Es una tradición y es nuestra.»

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Día de Muertos

«La muerte para muchas culturas es como un final, algo temible. La terminación de un ciclo incapaz de reanudarse. Es algo que se sabe que llega pero no se desea. Algo inevitable.

Sin embargo existen muchas otras creencias e interpretaciones acerca de la muerte y es que en muchos países latinoamericanos se percibe que no es sino una vía mediante la cual el alma pasa de uno a otro estado de la vida.

La mayoría de las naciones de Latinoamérica dedican una fecha muy especial a todos los difuntos: el día 2 de noviembre. Pero de todas estas tierras solamente una posee un concepto con mayor riqueza: herencia de las antiguas civilizaciones indígenas que poblaron su territorio. Esta tierra es la de México.

Desde la existencia del hombre primitivo se realizan diversos cultos a los muertos.  De igual forma, civilizaciones antiguas de lo que hoy es México manejaban un trato especial hacia los difuntos. Lo curioso es que mezclaban lo popular y lo religioso con ello. Para estos pueblos indígenas mexicanos fueron los dioses los que crearon un recinto en el cual los muertos esperan en  tranquilidad el momento para visitar a sus hogares y seres queridos. Este lugar para aquellos que dejan la vida terrenal se le conocía  como mectlán. Cuando alguien moría se le enterraba con sus pertenencias más valiosas y el alimento necesario para emprender  un difícil viaje a este espacio de paz. Al realizar esa visita a los vivos estos les tenía preparado una ofrenda en la cual colocaban alimentos y una serie de objetos. Por otra parte hay que destacar que en el calendario que manejaban estas civilizaciones existían dos fechas en las cuales los difuntos podrían acercarse a sus seres queridos . La primera fecha era la Fiesta de los Muertitos celebrada durante el noveno mes, la otra era la Fiesta Grande de los Muertos llevada a cabo en el mes siguiente. Esta costumbre se celebraba entre varias de las culturas que abarcaban la zona y entre las cuales destacaban los aztecas, los mayas y los tarascos. Sin embargo, hasta ahora nada de esto puede que nos sea totalmente familiar a lo que se percibe hoy en día. Esto se debe a que la celebración del día de Muertos en México es una tradición que surgió a partir de las civilizaciones prehispánicas pero que también se le dio forma gracias a la llegada de otros pueblos.

En 1521 los españoles logran la famosa Conquista de México en la cual derrotan al Imperio Azteca. Con ellos traen a la orden franciscana, la cual traía consigo la tarea de educar y evangelizar a las distintas culturas que habitaban lo que hoy es nuestro país. Este hecho propició que esas dos celebraciones que se realizaban en torno a los muertos se transformaran en una, la cual terminó por coincidir con la conmemoración católica de los fieles difuntos. Originalmente esta celebración tenía lugar el 2 de Noviembre, promovía la oración para los que ya no se encontraban en vida especialmente para los que estaban entre el cielo y el infierno, en el purgatorio. Fueron estas dos razones causas importantes por las cuales la tradición pasa a formar parte de esta fecha y de una nación que en su mayoría profesa la religión católica. Pero el rompecabezas se sigue armando durante la época de la colonia. Y es que aunque todavía parezca bastante diferente al 2 de noviembre de nuestra época, esta orden católica fundada por San Francisco de Asís, siguió dando los primeros toques que asemejan esta fiesta a lo que es actualmente. La materialización del Día de Muertos surge gracias a una alabanza a la naturaleza del mismo fundador de los franciscanos, la cual lleva el nombre de cántico alermano. En ella se habla de un jardín el cual sirve de ofrenda y que contiene elementos que también podemos notar en los altares de muertos mexicanos. Básica siempre el agua, es el primer integrante de la ofrenda franciscana, es un claro símbolo de la vida.  La sal sirve para purificar el cuerpo. Es algo que hoy en día es imposible que falte.  El copal funciona como paso de la vida a la muerte y se acompaña de las flores que nos recuerda lo fugaz de la vida y dan la bienvenida al alma. Los franciscanos también contaban con fruta en su altar, es parte de la naturaleza e imprescindible hasta ahora. El jardín y las semillas trataban la naturaleza y la cosecha respectivamente. Al final, un elemento que diferencia esta representación de la actual es la del pájaro, elemento de la orden en la cual se representaba el apego de San Francisco a los animales.  Con ello parte la mezcolanza de culturas distintas y la representación material de una de las tradiciones más valiosas de la que hoy en día es nuestra nación.

Luego de casi 300 años de colonia son los criollos los que logran que se forme México como nación independiente. A partir de ese instante lo que se forma es la identidad de un estado pero no una tradición. Se puede decir que esa tradición evoluciona y como muchas otras adquiere lo bueno que alguna otra cultura le deja. Al final la tradición se vuelve característica de su lugar de origen provengan sus elementos de quien provengan. La prueba de ello es el altar del  Día de Muertos, tal y como lo vemos en miles de hogares mexicanos cada 2 de noviembre la ofrenda mexicana está integrada de forma parecida pero difiere en cuanto a algunos significados. Es de suma relevancia representar en ella los cuatro elementos de la naturaleza. La fruta y el agua son hasta la fecha primordiales siendo los que demuestran la tierra y el agua para alimentar y dar de beber a las ánimas que acuden a las casas de sus seres queridos. El viento es entonces protagonizado con algo que produzca movimiento, este es en general  papel picado. Es fuego es a la luz lo que en el altar franciscano. Su finalidad es no olvidar las almas perdidas y el número de velas acompañará al número de difuntos. También ya es costumbre acompañar a las ofrendas de alimentos que disfrutaban en vida los visitantes. La imagen de la muerte está siempre presente en forma de calaveritas de azúcar o de chocolate. Lo único que no puede faltar en los manjares de ese día tan anhelado para muchos mexicanos es el pan de muerto. Al final sólo podríamos añadir una fotografía del difunto y alguna muestra religiosa. Normalmente se percibe una cruz con detalles tan pintorescos como los de nuestro país.

Hoy en día no hay país en peligro de ser conquistado por otro mediante las armas. Pero si hay miedo de que su cultura sea conquistada por otra cultura. Esto es gracias a la globalización. El 31 de Octubre de cada año se celebra en los Estados Unidos una fiesta de origen celta en la cual la premisa es la ahuyentar a los espíritus de los hogares. A finales de los años 70 y principios de los 80 el cine y la televisión americanos se encargaron de popularizarla. Gracias  a ello el Halloween o la Noche de Brujas se ha empezado a festejar en México. ¿Se podría entonces pensar que nuestra cultura está a punto de ser conquistada por otra? ¿O que esta vez una tradición como lo es el Día de Muertos muere a manos de una tan masiva como el Halloween? En las épocas de la conquista y la colonia no había los mismos problemas que hay ahora, sin embargo muchos de los mexicanos que residimos en nuestro país no lo sabemos pero la migración se ha llevado también nuestra tradiciones. Muchas de las celebraciones del 2 de noviembre también tienen lugar en los Estados Unidos. Al final una celebración puede ser muy masiva o muy comercial, pero a veces una tradición como Día de Muertos no deja de tener un gran valor. Ese gran valor es tanto para las personas como para un país, un país que dentro de sus tradiciones muestra parte de su historia y su enorme cultura.

Al final una tradición de un país con una gran identidad es una gran tradición.

La muerte es algo que se sabe que llega pero no se desea. Es algo inevitable. Algo que no es como un final tampoco es algo temible.

El 2 de noviembre en México, la muerte es una nueva oportunidad de estar con nuestros seres queridos que han comenzado o ya estaban en otra vida.»

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México DF

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